Los cánceres de próstata, así como sus terapias, afectan a la fertilidad y la sexualidad. Si tiene la intención de ser padre, recibirá apoyo dedicado a la sexualidad, así como medidas preventivas para evitar la infertilidad.
El estrés, la ansiedad y el agotamiento que acompañan a un diagnóstico a veces dan como resultado una disminución del deseo. Sin embargo, la sexualidad es algo más que una cuestión de anatomía. El cariño, la ternura, la conversación... son todos ejemplos de sexualidad. Con el tiempo, el deseo también regresa en pequeñas dosis. Dado que la apariencia del cuerpo está alterada, pueden surgir varias preguntas antes, durante y después del tratamiento. Pueden aparecer dificultades como el miedo a ser subestimado a los ojos de la otra persona, la pérdida de la virilidad, la pérdida de la autoestima y las dudas sobre la propia capacidad de seducción. Pueden surgir problemas de relación y sexuales debido a estas afectaciones. La comunicación y la reanudación de la vida afectiva y sexual pueden facilitarse si se aborda el tema con la pareja. Después de la enfermedad, con una vida mental y sexual satisfactoria.
Si tiene problemas para lograr una buena erección para mantener relaciones sexuales, hay una gran variedad de terapias disponibles. En las más frecuentes, el médico le recetará medicamentos. Comience por una pastilla y, si no funciona, hay otras alternativas. Algunos tratamientos se inyectan en los cuerpos cavernosos* en la base del pene (se conocen como inyecciones extracavernosas), mientras que otros tienen forma de gel para aplicarse en el meato urinario*. Las erecciones también se pueden obtener con la ayuda de una bomba de vacío. Se puede sugerir el uso de una prótesis de pene como último recurso.
Para ayudarlo durante y después de recibir cuidados médicos, se le puede proporcionar asesoramiento sexual y/o apoyo psicológico comprometido. Estas consultas pueden incluir a su pareja. Le puede llevar algún tiempo integrarse y adaptarse a los efectos físicos y psicológicos de la enfermedad y el tratamiento. Es más fácil volver a aprender a tener relaciones sexuales cuando se tiene confianza y contacto con la pareja