¿Está preocupado porque ha sufrido una lesión por pinchazo de aguja? No es nada raro

Las lesiones por pinchazo de aguja pueden llegar a tener consecuencias graves para la salud mental de los profesionales sanitarios que las sufren.1

Aunque los efectos físicos de este tipo de lesiones son bien conocidos y están documentados en la literatura médica, no se ha prestado tanta atención a sus consecuencias psicológicas.2

Salud mental de los profesionales sanitarios: 4 consecuencias psicológicas de las lesiones por pinchazo de aguja

1. Estrés laboral

En un estudio observacional prospectivo publicado en 2014, Wicker et al. descubrieron que el estrés era un factor importante a la hora de sufrir lesiones por pinchazo de aguja.3

Tras una lesión por pinchazo de aguja, los profesionales sanitarios lesionados presentan tasas de estrés más elevadas que los que no han sufrido una de estas lesiones.4

Una lesión por pinchazo de aguja sufrida en el pasado puede provocar una futura lesión debido al aumento del estrés.4

2. Ansiedad

La ansiedad entre los profesionales sanitarios también aumenta tras una lesión por pinchazo de aguja.3

La principal causa de ansiedad manifestada por los profesionales sanitarios fue el miedo a la transmisión del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).5

Sin embargo, la incidencia de la transmisión de la hepatitis B (30 %) y C (3 %) en el entorno laboral es mucho mayor que la del VIH (0,3 %).4

Algunos profesionales sanitarios afirman sentir ansiedad hasta un año después de haber sufrido la lesión.6

3. Depresión

Las enfermedades psiquiátricas tras las lesiones por pinchazos de aguja tienen importantes repercusiones en la asistencia al trabajo, las relaciones familiares y la salud sexual.

Los niveles de depresión pueden aumentar en los profesionales sanitarios tras una lesión por pinchazo de aguja.4

Los síntomas de depresión de los estudiantes de medicina que ya sufren este problema pueden empeorar tras experimentar una lesión por pinchazo de aguja.7,8

Cabe destacar que la gravedad de los trastornos psiquiátricos en los profesionales que sufren  este tipo de lesiones es similar a la de otras enfermedades psiquiátricas relacionadas con traumas.2

4. Trastorno de estrés postraumático

El estrés y la ansiedad posteriores a la exposición a una lesión por pinchazo de aguja pueden volverse crónicos y hacer que el profesional sanitario desarrolle síntomas de trastorno de estrés postraumático (TEPT).9 Estos síntomas pueden incluir desapego e irritabilidad.2

La incidencia del TEPT en la población general se ha estimado en un 3 %.9 Según los resultados de un estudio de Naghavi et al. publicado en 2013, la incidencia de TEPT entre los médicos en formación tras una lesión por pinchazo de aguja era del 12 %.9

Los médicos de salud laboral deben ocuparse del riesgo de sufrir un trastorno psiquiátrico para evitar efectos sobre el absentismo, la productividad o las relaciones sociales.2

Más información sobre este tema: Tres formas de mejorar la protección frente a las lesiones por pinchazo

Aumento de las lesiones por pinchazos de aguja debidas a la COVID-19

Una encuesta realizada por IPSOS MORI, encargada por la Red Europea de Bioseguridad (EBN), revela que la COVID-19 ha provocado un aumento estimado del número de lesiones por objetos cortopunzantes a los profesionales sanitarios europeos de 276.000 lesiones (23 %) en el año 2020.

Una abrumadora mayoría (98 %) de los encuestados también manifestó que el incremento de las lesiones por objetos cortopunzantes se debe al aumento de la presión y el estrés por la COVID-19.

Salud mental de los profesionales sanitarios: 3 formas de prevenir las lesiones por pinchazos de aguja

1. Formación para prevenir el estrés

En un estudio observacional retrospectivo publicado en 2016, d’Ettorre observó que las intervenciones organizativas para la prevención del estrés laboral ayudaron a reducir significativamente la incidencia de las lesiones por pinchazos de aguja en el hospital estudiado.10

2. Formación para prevenir las lesiones por pinchazos de aguja

Durante un ensayo controlado y aleatorizado, realizado por Van Der Molen et al., se impartió un taller a los profesionales sanitarios sobre la prevalencia, las causas, las consecuencias y la prevención de las lesiones por pinchazos de aguja.11

Observaron una reducción del 21 % en la incidencia de las lesiones por pinchazos de aguja en comparación con los profesionales sanitarios que no habían asistido al taller.11

3. Elección del dispositivo de acceso vascular

En el mismo estudio de Van Der Molen et al., cuando los talleres de prevención de las lesiones por pinchazos de aguja se combinaron con la introducción de una nueva aguja de inyección con un dispositivo de seguridad, las lesiones por pinchazos de aguja se redujeron un 64 % en comparación con el grupo de control.11

En comparación con los dispositivos convencionales, los dispositivos de seguridad pueden ayudar a reducir la incidencia de las lesiones por pinchazos de aguja.12

Aunque no todos los dispositivos de seguridad tienen el mismo diseño. Por ejemplo, se ha demostrado que la activación con una sola mano ofrece mayor protección que la activación con dos manos.12

Cuando se utilizan correctamente, los dispositivos de seguridad pueden ofrecer mayor confianza a los profesionales sanitarios preocupados por la posibilidad de lesionarse con las agujas.

Para prestar una atención adecuada a los pacientes, es tan importante proteger la salud mental de los profesionales sanitarios como garantizar su salud física.

Para conocer la innovadora tecnología utilizada para proteger a los trabajadores sanitarios de las lesiones por pinchazos de aguja, consulte el siguiente folleto.

Más información sobre este tema:Seminario web de la Red Europea de Bioseguridad sobre prevención de las lesiones cortopunzantes, el Reglamento de productos sanitarios y los mecanismos de seguridad en los productos sanitarios

Referencias

  1. Hambridge K, Nichols A, Endacott R. The impact of sharps injuries on student nurses: a systematic review. Br J Nurs. 2016;25(19):1064-1071. doi:10.12968/bjon.2016.25.19.1064
  2. Green B, Griffiths EC. Psychiatric consequences of needlestick injury. Occup Med (Lond). 2013;63(3):183-188. doi:10.1093/occmed/kqt006
  3. Wicker S, Stirn AV, Rabenau HF, von Gierke L, Wutzler S, Stephan C. Needlestick injuries: causes, preventability and psychological impact. Infection. 2014;42(3):549-552. doi:10.1007/s15010-014-0598-0
  4. Sohn JW, Kim BG, Kim SH, Han C. Mental health of healthcare workers who experience needlestick and sharps injuries. J Occup Health. 2006;48(6):474-479. doi:10.1539/joh.48.474
  5. Memish ZA, Almuneef M, Dillon J. Epidemiology of needlestick and sharps injuries in a tertiary care center in Saudi Arabia. Am J Infect Control. 2002;30(4):234-241. doi:10.1067/mic.2002.118841
  6. Hanmore E, Maclaine G, Garin F, Alonso A, Leroy N, Ruff L. Economic benefits of safety-engineered sharp devices in Belgium – a budget impact model. BMC Health Serv Res. 2013;13:489. doi:10.1186/1472-6963-13-489
  7. Hambridge K. The psychological impact of sharps injuries sustained by medical students. Br J Hosp Med (Lond). 2022;83(1):1-7. doi:10.12968/hmed.2021.0385
  8. Rossouw TM, Van Rooyen M, Richter KL. Exposure incidents among medical students in a high-prevalence HIV setting. J Infect Dev Ctries. 2017;11(1):65-72. doi:10.3855/jidc.8940
  9. Naghavi SHR, Shabestari O, Alcolado J. Post-traumatic stress disorder in trainee doctors with previous needlestick injuries. Occup Med (Lond). 2013;63(4):260-265. doi:10.1093/occmed/kqt027
  10. d’Ettorre G. Job stress and needlestick injuries: which targets for organizational interventions? Occup Med (Lond). Published online July 31, 2016. doi:10.1093/occmed/kqw110
  11. van der Molen HF, Zwinderman KAH, Sluiter JK, Frings-Dresen MHW. Better effect of the use of a needle safety device in combination with an interactive workshop to prevent needle stick injuries. Safety Science. 2011;49(8-9):1180-1186.
  12. Frickmann H, Schmeja W, Reisinger E, et al. Risk Reduction of Needle Stick Injuries Due to Continuous Shift from Unsafe to Safe Instruments at a German University Hospital. Eur J Microbiol Immunol (Bp). 2016;6(3):227-237. doi:10.1556/1886.2016.00025

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BD-83972 (02/2023)